Recuperación y crecimiento personal
Las ocho preocupaciones mundanas y su relación con las adicciones
El modo de vida que plantea el budismo, a menudo encontramos conceptos que nos ayudan a entender nuestro sufrimiento y nuestras reacciones ante la vida.
Uno de estos conceptos clave son las ocho preocupaciones mundanas, también conocidos como «los ocho dharmas mundanos» o «las ocho preocupaciones samsáricas».
En sánscrito, se les llama “Aṣṭa-loka-dharma”. Representan los pares de opuestos que rigen la mente condicionada y nos mantienen atrapados en el sufrimiento. Estas ocho preocupaciones son:
- Buscar placer / Evitar el dolor
- Buscar riqueza / Evitar la pobreza
- Buscar buena reputación / Evitar la mala reputación
- Buscar elogios / Evitar la crítica
Estas preocupaciones, se convierten en fuentes de sufrimiento cuando dependemos de ellas o nos apegamos a ellas para encontrar felicidad, buscando “la gran satisfacción”. Y aquí es donde se conectan profundamente con el tema de las adicciones.

Las adicciones como respuesta a las ocho preocupaciones mundanas
Cuando una persona sufre una adicción, muchas veces lo que realmente busca es escapar del dolor y encontrar placer (la primera preocupación mundana). La adicción puede surgir como una respuesta a la insatisfacción y el deseo de controlar las experiencias internas. Por ejemplo, alguien puede recurrir a sustancias o comportamientos adictivos para evitar emociones dolorosas, la sensación de fracaso o el miedo al rechazo.
Además, muchos adictos sienten que su identidad se ve afectada por la reputación y los elogios o críticas que reciben de los demás. Esto puede llevar a un círculo vicioso donde el miedo a la desaprobación o el deseo de aceptación social refuerzan los patrones de consumo o dependencia.

Cómo podemos trabajar con las Ocho preocupaciones mundanas en el proceso de recuperación
1. Cultivando la ecuanimidad: Entender que el placer y el dolor, las ganancias y las pérdidas, la buena y la mala reputación, los elogios y las críticas son inevitables en la vida. Aprender a aceptarlos con ecuanimidad reduce la necesidad de escapar o esconderse.
2. Conocer la propia motivación: Es importante observar cuándo nuestras acciones están impulsadas por el miedo o el deseo de control. Por ejemplo, es útil preguntarse: “¿Estoy haciendo esto para evitar una emoción desagradable?” o “¿Estoy buscando la aceptación de los demás a cualquier precio?”. Investiguemos que sucede en ese momento presente.
3. Practicar la meditación y la atención plena: La práctica del mindfulness nos ayuda a observar estos patrones mentales que constantemente repetimos y a responder con sabiduría en lugar de reaccionar automáticamente. Con el tiempo, esto permite desarrollar una relación más sana con nuestro interior.
4. Aceptar la impermanencia: Todo cambia, incluso el placer y el dolor. Entender esto nos ayuda a reducir el apego y el miedo, algo esencial y de gran valor en la recuperación de una adicción.
5. Buscar apoyo en una comunidad consciente: Un entorno de apoyo que comprenda estos principios puede ser clave en la transformación personal. El apoyo de personas como mentores, terapeutas, instructores, profesionales de la salud así como otras personas que también están en proceso de crecimiento ayuda a liberarse de la necesidad de aprobación externa.
Conclusión
Trabajar con las Ocho preocupaciones Mundanas nos permite identificar los movimientos internos que refuerzan las adicciones y comenzar a deshacernos de los patrones que nos atrapan en el sufrimiento. En lugar de buscar la felicidad fuera, podemos desarrollar una armonía más profunda y estable, basada en el autoconocimiento, la compasión y la ecuanimidad. Este enfoque no solo ayuda en el proceso de recuperación, sino que también nos permite vivir con mejor calidad de vida.
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