SALUD MENTAL
¿No te pasa que parece que la vida pasa rapidísimo?
A partir de cierta edad, diría los 35 o 40 en adelante, se suele escuchar que la vida pasa
más rápido.
La verdad, no sé si es algo que ha pasado siempre, habrá que preguntar a los más avanzados, o si es una tendencia a querer que el día a día pase más rápido por una insatisfacción generalizada o quizá porque el ritmo de vida actual hace que nuestros cerebros estén enfocados en objetivos, en resultados, en cuando consiga esto o aquello estaré bien y seré feliz….
Cada cual puede elegir dónde instalar su foco de atención, y una de ellas es el PRESENTE. No porque el presente sea ideal, sino porque cuando entrenamos a la mente para vivir con mente consciente, el tiempo parece sucederse más lento.
El Mindfulness no trata de cambiar la realidad, sino la forma en que la persona percibe y experimenta lo que ocurre sin pensar en ello, como poder contemplar una puesta de sol y disfrutarla. Nos permite percibir las cosas profundamente y con claridad y nos recuerda lo que estamos haciendo. Practicar la consciencia plena al momento presente (o atención plena), consiste en observar lo que se ve y se oye, así como las sensaciones internas del cuerpo y los pensamientos, sin dejarse llevar por ellos. Sí, estoy paseando y no me apetece ocuparme de ciertas preocupaciones, puedo darme cuenta cuando mi atención está en el paseo o está en la preocupación. Cuando no estés enfocándote constantemente en tus pensamientos te dará cuenta de que tienes más energía y eso es porque darle vueltas a las cosas hace que el cerebro gaste muchísima energía.
Así, cuando prestamos atención al momento presente podemos darnos cuenta del movimiento y el color de las hojas de los árboles o flores (incluso en la ciudad), de cómo se mira una pareja, de las caras y gestos de los transeúntes o de repente ves tiendas en tu barrio cuando no sabías que existían. Para observar todo ello necesitarás ralentizar el paso y también la respiración y llevar tu atención a lo que hay a tú alrededor a través de tus sentidos y de tu consciencia.
Hay quien pensará que es más útil resolver preocupaciones mientras pasea en lugar de “estar paseando” y es una elección, pero ¿y si esta manera hace que no sientas que tú vida pasa y no te has enterado? ¿Y si en realidad no estás viviendo de verdad sino sobreviviendo al día? ¿Consideras que ese tiempo dedicado alivia lo que sientes o lo aumenta? ¿Y si estás viviendo de una manera que no te hace dedicar tiempo a lo que de verdad te importa?
Te invito a que al final del día eches la vista atrás y hagas un repaso de lo que ha sido o ha significado ese día para ti. ¿Te has enterado de lo que ha pasado?
¿Qué eliges: vivir rápido o vivir con calma interior?
Esther Verona