Savasana: La postura del descanso consciente y la meditación profunda
Savasana, conocida también como la postura del Cuerpo o del Cadáver, es una de las asanas fundamentales del yoga. Aunque a primera vista puede parecer sencilla, maestros reconocidos como Patanjali e Iyengar la consideran una de las más difíciles, debido a la gran concentración que requiere.

¿Qué simboliza Savasana?
Esta postura simboliza una muerte y renacimiento simbólicos, ayudándonos a afrontar el proceso natural de la vida y la muerte con serenidad. Savasana nos recuerda que la vida fluye continuamente, renovándose con cada respiración. Cada instante es, de algún modo, un morir y renacer.

¿Cuándo practicar Savasana?
Lo más habitual es practicarla al finalizar una sesión de yoga durante aproximadamente 20 minutos. Esto permite asimilar y canalizar plenamente los beneficios de otras posturas (asanas) y ejercicios respiratorios (pranayamas). Sin embargo, también puede usarse como preparación inicial de una sesión, bastando entonces con unos 5 minutos.
Además, es posible practicarla en cualquier momento del día cuando se necesite un descanso breve para recargar energías o antes de acostarse para favorecer un sueño profundo y reparador.
Beneficios físicos y mentales de Savasana
- Relajación profunda: Facilita una tranquilidad absoluta en todos los órganos, calmando también la mente.
- Alivio del estrés y depresión: Al liberarnos de pensamientos negativos, proporciona claridad mental y bienestar emocional.
- Mejora de la circulación: Contribuye a reducir la presión arterial, beneficiando así la salud cardiovascular.
- Vitalidad y armonía: Renueva y tonifica el cuerpo, generando un estado de equilibrio interno y externo.
Savasana como meditación mindfulness
Cuando se realiza como un ejercicio de mindfulness en la modalidad de escaneo corporal, Savasana se convierte en una práctica meditativa que potencia la atención plena. Este método nos invita a una profunda introspección, situándonos plenamente en el aquí y ahora.
Cómo realizar Savasana correctamente
Sigue estos pasos para una correcta ejecución:
- Prepara el entorno: Escoge un lugar tranquilo, desconecta tu teléfono y cúbrete con una mantita si es necesario, ya que la temperatura corporal tiende a bajar.
- Posición inicial: Échate suavemente boca arriba sobre una esterilla, con los brazos separados ligeramente del cuerpo y las palmas hacia arriba. Piernas y pies también ligeramente separados, formando una línea recta con cabeza, cuello y espalda. Usa un cojín bajo las rodillas o la cabeza si notas incomodidad.
- Respiración consciente: Respira profundamente unas pocas veces y luego deja que la respiración fluya naturalmente, sin controlarla.
- Relajación progresiva: Lleva lentamente tu atención desde los pies hacia la cabeza, relajando cada parte del cuerpo y permitiendo que una suave sonrisa se dibuje en tu rostro.
- Permanece en calma: Mantente en este estado durante unos 20 minutos, disfrutando de la sensación de paz y plena conciencia.
- Finalización amable: Cuando decidas terminar, comienza a mover lentamente tus pies, piernas, brazos y cabeza. Incorpórate con cuidado apoyándote primero en un costado, y finalmente siéntate despacio.
Recuerda realizar esta práctica siempre con amabilidad hacia ti mismo; si tu mente se distrae, tráela suavemente de vuelta al momento presente.
Conclusión
Savasana es mucho más que una simple postura de relajación. Se trata de una meditación profunda, un viaje consciente hacia la conexión plena con nuestro cuerpo, nuestra respiración y el momento presente. Esta poderosa asana nos permite sumergirnos en un auténtico océano de mindfulness, experimentando plenamente el instante que llamamos «ahora».
M.T. Palomas, Docente de Hatha Yoga especializada en Yoga para Embarazadas y Dru Yoga / Instructora de Mindfulness