Las adicciones: un mecanismo para aliviar el dolor emocional causado por traumas pasados

“Las adicciones son un intento de aliviar o escapar del dolor emocional” Dr. Gabor Maté

Según el Dr. Maté, las adicciones no son solo una cuestión de conducta, sino un intento de las personas de aliviar o escapar del dolor emocional, a menudo vinculado a experiencias traumáticas pasadas. Este trauma no necesariamente tiene que ser un evento catastrófico o explícitamente violento; puede ser una experiencia emocionalmente dolorosa o una serie de pequeñas experiencias que, acumuladas,afectan profundamente a la psique de una persona.

Maté sostiene que todos los seres humanos tienen una vulnerabilidad biológica y psicológica a las adicciones, pero que el trauma infantil y adicciones están profundamente relacionados y que este trauma juega un papel decisivo en su aparición y mantenimiento.

Este trauma puede ser de naturaleza diversa: abuso físico, negligencia, abuso emocional, la pérdida de un ser querido, o incluso la falta de una conexión afectiva en la infancia. Cuando una persona atraviesa estas experiencias sin el apoyo adecuado, el cerebro y el cuerpo desarrollan mecanismos de defensa que pueden manifestarse más tarde como conductas adictivas.

Las sustancias como el alcohol, las drogas, o comportamientos como la comida en exceso, las compras compulsivas o la pornografía, se convierten en intentos de auto lidiar el dolor emocional. Estas conductas no están motivadas simplemente por la necesidad de la sustancia en sí, sino por el deseo de aliviar el sufrimiento interno que las personas no pueden procesar o expresar adecuadamente. La adicción, en este sentido, se convierte en un anestésico que apaga temporalmente el malestar sin llegar a curar la raíz del problema: el trauma.

Una de las contribuciones más importantes del Dr. Gabor Maté es su explicación de cómo el trauma altera la biología del cerebro. Según Maté, los eventos traumáticos en la infancia pueden interferir con el desarrollo cerebral y la capacidad de una persona para regular sus emociones. En particular, el trauma afecta al sistema límbico, la parte del cerebro responsable de las emociones, y al eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA), que regula la respuesta al estrés.

El estrés crónico, provocado por experiencias traumáticas, puede llevar a una sobrecarga del sistema nervioso, lo que resulta en una mayor reactividad emocional y una menor capacidad para regular las emociones de manera saludable. Esta disfunción en la regulación emocional es una de las principales causas de las adicciones. La persona, incapaz de enfrentar sus emociones o de procesar su dolor, recurre a sustancias o comportamientos que le proporcionen un alivio inmediato, aunque temporal.

El Dr. Maté explica que las personas que han vivido experiencias de trauma a menudo tienen un cerebro más orientado hacia la búsqueda de gratificación instantánea, ya que las áreas cerebrales responsables de la toma de decisiones y el autocontrol (como la corteza prefrontal) no se desarrollan de manera adecuada cuando hay un ambiente inestable o traumático. Esto crea un ciclo de comportamiento impulsivo, donde el cerebro busca constantemente el alivio sin considerar las consecuencias a largo plazo.

El Dr. Maté también destaca la importancia del apego emocional temprano en el desarrollo humano. Los estudios sobre la teoría del apego, desarrollados por John Bowlby y otros psicólogos, muestran que las experiencias de apego en la infancia son fundamentales para el bienestar emocional a lo largo de la vida. Cuando un niño no recibe atención y afecto adecuado, o vive en un ambiente donde la seguridad y el cariño están ausentes, el cerebro del niño desarrolla patrones de apego inseguros.

Maté señala que esta desconexión emocional temprana se traduce en una dificultad para formar relaciones saludables en la vida adulta. Las personas que han experimentado estas deficiencias en el apego a menudo buscan llenar ese vacío emocional de manera disfuncional, y la adicción se convierte en una forma de compensar la necesidad insatisfecha de amor y aceptación.

El trauma, por lo tanto, no solo afecta la capacidad de la persona para regular sus emociones, sino también su capacidad para establecer relaciones saludables y satisfactorias. La adicción, en este contexto, no es solo una respuesta individual al dolor emocional, sino también una manifestación de la desconexión social que se origina en las primeras etapas de la vida.

La relación entre el trauma y las adicciones, según la visión del Dr. Gabor Maté, no solo es un tema de salud mental, sino una cuestión profundamente humana. El dolor y el sufrimiento causados por experiencias traumáticas pueden manifestarse de diversas formas, y la adicción es una de ellas. Abordar este problema de manera efectiva requiere una comprensión profunda del trauma, una validación emocional y un enfoque terapéutico que permita a la persona a su recuperación emocional.

Maté nos invita a ver las adicciones no como un simple problema de comportamiento, sino como una respuesta compleja a un sufrimiento no resuelto. Solo cuando logremos entender y tratar las causas profundas del trauma podremos esperar una recuperación real y duradera. En este sentido, el Dr. Gabor Maté no solo desafía las convenciones sobre las adicciones, sino que también propone un camino hacia la sanación basado en la empatía, el amor y la conexión.

Aquí me gustaría resaltar las palabras que le dedica el Dr. Gabor Maté en el Prefacio de la nueva edición del libro “Como superar las Adicciones” de Valerie Mason -John y el Dr. Paramabandhu Groves y concretamente cuando dice que: “Nadie está a salvo de caer en las adicciones. Nada hay que pueda funcionar para todos sin falla alguna. Ante el reto de volvernos adictos a alguna sustancia o una conducta que nos genere más dolor, necesitamos encontrar el camino correcto para nosotros. Doce pasos, cinco pasos, ningún paso, ocho pasos….El correcto es el que funcione.

Los ocho pasos que nos recomiendan en este libro pueden ser el camino primario para muchos, pero también pueden ser un poderoso apoyo para cualquiera, no importa cuál sea su adicción ni qué sendero esté siguiendo.” El libro al que hace referencia está estrechamente vinculado con el programa MBAR (Mindfulness para la Recuperación de las Adicciones), creado por los autores del libro y no quisiera cerrar este relato sin antes invitar tanto a todas aquellas personas que sufren con adicciones a sustancias o comportamientos como a los familiares de aquellos que sufren, que contacten con nosotros para que podamos valorar de qué forma podemos ayudarles. Que todos encontremos la paz, con una vida plena, amable y armoniosa.

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